Bucay dice con mucha razón:
"Todo vale la pena,
porque somos quienes somos,
por aquello que hemos vivido.
Somos lo que somos,
por aquello que algunas personas dejaron en nosotros".
Egidio es una de esas personas que te
enseñan con sus palabras y con su actuar.
Cuando hacemos la contabilidad con Eduardo,
muchas veces lo recordamos: ¿Dónde estamos parados?; ¿Para dónde navegamos?
Extraño las planillas con hermosa letra y
dibujitos:
Noviembre 1994: "Estamos remando en
aguas turbulentas, ...pero ya vemos la tierra"
No teníamos computadoras, pero en esas
planillas se contabilizaba todo, y en la carátula una imagen entrañable.
Marzo 1995: " Mes de grandes
logros", sus mensajes contemplaban lo positivo, aún en las peores
circunstancias, eso solo lo hacen los grandes. Egidio siempre estaba con
los pies en la tierra pero la mente en las nubes.
Tal vez no nos fue bien en los negocios
que hicimos, tal vez trabajamos mucho, pero fue para nosotros una gran escuela
de vida. Aprendimos el honor, el valor del trabajo, el valor de las personas,
me encantaría que Mauri y Fabri, hubieran compartido las enseñanzas de Il
Vecchio.
Muchas veces viene a mi mente su cara y la
expresión de sus hermosos ojos, cuando nació Mauri y fueron con Elsa a
conocerlo al Círculo Católico. Egidio se sacó la boina, me dio un beso y me
dijo: "Muchas gracias, m´hija, por la alegría que nos diste"
Todo esto y mucho más dejaste en nosotros.
Todo esto y mucho más dejas en nosotros a
través de tu compañera.
Gracias Il Vecchio, ojalá planifiques con números y dibujitos junto a Mauri, en otra dimensión, en otro espacio.
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