Maurizio Satorno Algorta (Mauri), 14 años, inspira el blog, en su actitud frente al tumor cerebral bulbo-medular, que lo atacó repentinamente en julio del 2007. Descubrimos una fuerza y un Mauri diferente: un maestro, poseedor de una energía increíble. Tenemos ahora, un nuevo compañero de ruta,adolescente y espiritual, ya sea en México o en Uruguay, siempre estaremos Con Mauri.
jueves, 1 de noviembre de 2018
Maite vikinga (a tu sobrina mayor le encanta Halloween)
31 de octubre del 2018
Maite y su mami Ceci, las vikingas más bonitas se van a "trick or treating"
¡Te extrañamos tío!
Malena Algorta
Crea tu insignia
viernes, 27 de julio de 2018
Te llevo conmigo
Elisabeth Kubler Ross y Jorge Bucay (El camino de las lagrimas), entre otros, nos enseñan las etapas del duelo. La aceptacion o la interiorizacion, sería la etapa en que, la persona que se fue de esta tierra, está de alguna manera contigo, siempre, con una presencia dulce, incluso en la tristeza. Nunca se acepta la muerte de un hijo, se cambia definitivamente, nada volverá a ser como antes pero, el amor es mucho, pero mucho más fuerte.
A 10 años del último suspiro de Mauri, lo sigo amando y sé que aunque no lo veo está conmigo y le digo: ¡Gracias Mauri!
Estás conmigo en algún rincón de
mi corazón, en la glándula pineal en los recuerdos y en la flor de mis chacras.
Sin tiempo en este tiempo, todo lo iluminas eres la luz, eres la
dulzura. Agradezco inmensamente el haberte llevado en mi vientre, el haber
estado juntos una semana en reposo (antes de salir a tu vida terrestre)
escribiendo y mirando TV, el habernos bañado en el mar y el haber juntado
caracoles para uno de tantos proyectos que hicimos.
Periodista de mi alma, arquitecto de amor, te llevo conmigo hasta
siempre.
Gracias por existir por ser tan perfecto, tan Mauri.
Siempre estaremos juntos en nuestros proyectos informáticos,
FlacoComputadora, sé que estás al otro lado del río.
Malena Algorta
Crea tu insignia
La foto perfecta
Mauri feliz disfrutando la vida |
Hace 10 años Eduardo y yo creíamos tener la foto perfecta,
una hermosa familia con hijos sanos inteligentes y armónicos, bueno a veces. La
sola idea de una enfermedad nos daba espasmos e inmediatamente nuestra mente
pensaba en otra cosa, ¿conoces esa sensación?
Podíamos superar muchos problemas tales como crisis
económicas e incluso la inmigración, pero la muerte de uno de nuestros hijos,
no estaba en el menú de opciones. Si ya habíamos tenido tantos problemas, el
Universo no podría darnos ese otro escalón a superar.
Nunca nos habían enseñado esto de la muerte, era una total
asignatura pendiente, a pesar de que claro, tuvimos muchas oportunidades para
aprender, especialmente cuando Il Vecchio, el papá de Eduardo emprendió su
viaje, allí descubrimos el agradecimiento y la aceptación. Ni en la escuela ni
en las clases de catequesis, muchas ellas, reflexionamos sobre esta parte de la
vida. Por lo que a fines de julio del 2007 nos enfrentamos a una nueva foto de
la familia.
La vida, al igual que las olas, tiene sus revolcones. El nuestro
fue un Astrocitoma grado dos, convenientemente ubicado entre la médula y el
bulbo de Mauri, nuestro tercer hijo. Se hizo notar en su 14 aniversario y desde
allí no nos dio tregua.
Corrimos durante 8 meses tratando de anticipar la cura, que
aún no se tiene, encapsular al nuevo integrante de la médula de Mauri. Probamos
con todo lo que pudimos, todos nos apoyaron, sentimos y Mauri sintió, una
inmensa solidaridad, de todos, un sentimiento reconfortante. Estábamos con
muchos, muchos padres, en situaciones similares y recibimos, por los médicos
del Hospital de niños SXXI en CDMX, el honroso título de “Presidentes del
Sindicato de padres”. O sea, éramos un incordio para los pobres doctores.
A partir de abril del 2008 Mauri atravesaba el Boulevard de
los sueños rotos tal como el tema de Green Days y nosotros seguíamos corriendo
para reconstruir nuestra foto. El 27 de julio del 2008 emprendió su viaje, no
sin antes despedirse, a su manera de todos.
Es allí que descubrimos quien era nuestro maestro de vida,
nuestra gran enseñanza, hoy 10 años después sabemos que también tenemos la foto
perfecta, una más grande y con muchos nuevos integrantes, Mauri nos abraza de otra manera, una más sabia y espiritual, una llena de amor.
Hasta luego Flaco computadora, y gracias, gracias por
existir.
Malena Algorta
Crea tu insignia
Suscribirse a:
Entradas (Atom)