domingo, 14 de junio de 2020

Feliz cumple súper abuela-Elsa





Hoy es el cumpleaños de la AbuelaElsa, la extrañamos mucho pero intentamos aplicar sus consejos y la tenemos siempre presente en sus dichos, especialmente cuando cocinamos.

 Abuela Elsa, fue una excelente hija, amiga, esposa, madre, suegra y abuela. Digamos que ser clasificada de excelente suegra por una nuera,  debería ser uno de los mayores logros de una madre, conste que no soy la única hija política que la califica así, pero tiene otros méritos.

Cuando pienso en abuela Elsa pienso en su capacidad de resiliencia, soportó muchos golpes fuertes en su vida y salió adelante: sobrellevó un divorcio en momentos en que divorciarse era un estigma; crisis económicas y familiares; vivió la muerte de dos hijos, uno bebito que murió en sus brazos y Alberto que murió de cáncer en el 2008, también la tragedia de la muerte consecutiva de dos de sus nietos, esto para una señora de más de 80 es una prueba muy, pero muy dura más, logró ver el sol aún después de eso y acompañarnos.

Recuerdo especialmente dos momentos que muestran su resiliencia:

Al saber que Mauri tenía un tumor y teníamos que ir a Ciudad de México, abuela Elsa muy decidida vino con nosotros, para ayudarnos y ¡cómo nos ayudó! Se manejó en una ciudad de 21 millones de habitantes que no conocía como si hubiera nacido allí y no en Sayago ¡viajaba en metro para ir al hospital a diario! 

El día de la operación del tumor cerebral de Mauri, esperamos juntas en la sala de espera (no se quiso ir al apartamento por nada en el mundo) se quedó sentada con su rosario, yo leía un libro de Wayne Dyer que había encontrado por allí, sentada a lo buda, de tanto en tanto, nos mirábamos sin hablar. Después de  8 horas 45 minutoes, recibimos el diagnóstico tajante de los cirujanos del Hospital de Oncología pediátrica SXIX del IMSS. Eduardo y yo escuchamos lo que quisimos, abuela Elsa entendió al pie de la letra la trágica realidad, a pesar de su sordera. Resistió este golpe y acompañó a Mauri con alegría, en un contexto que no era fácil ¡valiente la morocha! diría Egidio. 


Otro ejemplo de esta capacidad de sacar energía a pesar de todo, es menos trágico, cuando nos veníamos a México, con sus adorados nietos, nos estaba ayudando a levantar la casa (Edu y Gastón ya estaban en BCS). Llegó el señor de la fumigación. Abuela Elsa comenzó a conversar (muy comunicativa como siempre) y le contó que nos íbamos del país, algo evidente pues la casa era un verdadero lío (desmadre).

 A las dos palabras con el hasta entonces desconocido fumigador, comenzó a llorar desconsoladamente....el señor muy empático, le comentó la historia de una tía a la que sus nietos se le habían ido al exterior y esta señora comenzó a viajar, nunca lo había hecho antes y a comunicarse por la computadora. Yo voy a hacer eso, dijo Abuela Elsa, y ¡así lo hizo! El día en cuestión, terminamos AbuelaElsa, Mauri que la consolaba, el amigo fumigador y yo abrazados, llorando entre las cajas y bolsas para tirar.

La abuela Elsa vivenció el storytelling y lo puso en práctica, si eso no es resiliencia...no sé qué es. Sería hermoso tenerte en este cumpleaños, pero es genial poder aplicar todo lo que nos enseñaste.

Y también, patentar el agua de manzana, las albóndigas de verdura, y los cumpleaños con tortas (pasteles) personalizados ¡qué delicia!