sábado, 5 de marzo de 2011

El Yin , el Yang y los encuentros.

En estos días he pensado mucho en Mauri, la rutina de trabajo fuerte de estos meses más los exámenes del Master, la emoción de las celebraciones familiares, (cumpleaños, aniversario de mis papis) hicieron que los momentos de encuentro con uno mismo, fueran, aunque cortos, muy, muy intensos.


Sigo encontrando a Mauri en los momentos más insólitos y de la manera más diferente, pero siempre, siempre, a pesar de la angustia que me provoca, me encanta. Es, tal vez, un recurso de permanencia, o el resultado de mi imaginación...



Hoy por ejemplo, lo veía en Sofía, una niñita italiana, que vive temporalmente en Cabo, es idéntica a Mauri, cuando chiquito, delgadita graciosa, alta y con mirada inteligente, ¡me alegra la vida mirarla!


La clase de yoga es un momento clásico de visita de Mauri, el jueves pasado, la super instructora Gabi, propuso una prolongada sesión yin, después de unos cuantos saludos a la luna, chaturangas y guerreros, no se crean que "la llevamos leve"....En las posturas o asanas algo incómodas, debes relajarte y respirar...y bueno tu mente vuela...a mí se me aparece Mauri. Es que durante unos 4 años practicamos yoga con Alma y las perras en su casa, Mauri, Fabi y los demás dormían, era relativamente temprano y la casa de Alma era a la vuelta de la nuestra en Punta. Este secreto o reunión a la que no estaban invitados provocaba en Mauri la necesidad de participar, así que inventando cualquier excusa, llegaba a la casa de Alma, y siempre lo hacía en el momento final, el de la relajación. La sesión terminaba abruptamente, Mauri golpeando despacito la puerta, con sus ojitos compungidos y su cuerpo larguirucho, los perros ladrando: ¿hay azúcar, mamá?
Es así que cuando empiezo la relajación, y la hermosa voz de Gaby nos guía, toc-toc, unas hermosas manos, unos ojos brillantes con pestañas de estrella de cine me acompañan.

Hermosos momentos, que aparecen en el yin, y me hacen reír-llorar a la vez, mis compañeros de yoga deben pensar que esta "argentina" enloqueció.

¡Gracias Mauri por tus enseñanzas y tu alegría!
¡Ojalá golpees la puerta siempre, en el yin y ...en el yang y siempre!
Gracias Mauri...y ¡gracias por existir!





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