jueves, 19 de febrero de 2009

Los Cabos


El 15 de febrero del 2008 regresamos a nuestra casa con Mauri, nos esperaban los hermanos (Ceci, Fabi, Gastón y Vale), Dara y mis padres.
Pensamos que iba a ser muy complicado, pero en realidad todo se fue acomodando de manera casi perfecta, sin duda Mauri tenía y tiene un angel especial.
El paisaje de los Cabos no lo pudo disfrutar mucho, pero sabía que estaba en casa y eso fue suficiente, estaba mejor, se veía alegre y efectivamente se movió un poquitito, hasta que el porfiado tumor atacó nuevamente, y allí por tercera vez, entonces, ya se entregó a un mutismo, pero eso fue después.
Mauri tenía su tele en el cuarto, veía el canal Gourmet, algunas series y a veces algo de música.
Disfrutaba por sobre todo sus visitas recibía y entregaba cariño y descubrimos que de alguna manera teníamos una familia también en México, formada por mexicanos y norteamericanos residentes en Los Cabos.
¿Cómo agradecer ese cariño, esa comprensión y ese respeto? Es sin duda imposible, es enternecedor pensar en esa solidaridad.
Gracias a ellos pudimos brindar a Mauri una mejor atención, pero también otras oportunidades, si hubiera o hubiese alguna posibilidad para ese tumor en esta tierra y en este tiempo, Mauri la hubiera tenido....no la hubo, quizás no tendría que haberla...no lo se ...¿será el destino?
Las Resonancias viajaron a varias Universidades de EEUU, Alemania y Rusia, todos coincidieron, no había nada que hacer,......
Entonces nos enfocamos en la medicina alternativa, y obtuvimos todo, veneno de escorpión azul de Cuba, un producto de Jalapa, Biotiquín un concentrado de beta caroteno, un remedio uruguayo, Basquade, en fin de todo....
Antes que nosotros, Mauri el sabio, sabía el final, igual batalló y batalló...
Hay cosas de las que nunca me voy a arrepentir una de ellas es el haber enviado todos los análisis a las mejores universidades, la otra el haber podido traerlo acá, a su casa con su familia y con estos nuevos amigos, muchos de ellos de habla inglesa, que lo visitaron y mimaron...estaba en su medio controlaba su entorno, al menos controlaba eso,al menos tenía cierta intimidad dentro de lo grave de su encierro.
Por la noche cuando me despertaba a mirarlo, pensaba ¿podrá dormir?, finalmente parecía que si y me preguntaba ¿cómo ese cerebro privilegiado está encerrado en ese cuerpo?, trataba de pensar que todo iba a salir bien, o al menos trataba de vivir el momento y de disfrutar a Mauri en su sabiduría, en su inteligencia, en su amor....
Y si, febrero pasó apacible, Mauri comenzó su rehabilitación, pudo mover su mano izquierda nuevamente...y pudo comer...comer, ¡eso fue lo mejor!
Pienso mucho en Mauri, cada vez me gusta hablar más de él, casi puedo resultar pesada, trato de no hablar y hablo y termino contandole a extraños lo que le ocurrió y a veces me parece que se espantan, no lo se la muerte es difícil de entender, pero es algo que a todos nos va a suceder.....
No se si es angustia, no es resentimiento, ya no es bronca, es tristeza, la abrazo, ¡bienvenida tristeza!, trato de pensar que estoy con Mauri, de sentir su energía, su luz....y se que está en todo lo bello,..... en todo lo bello,como el desierto y el mar....

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