martes, 12 de julio de 2011

Mayoría de edad

Las fechas y las etapas se crearon como una convención para que las personas vivamos en sociedad. A través de ella medimos el tiempo, sacamos nuestras conclusiones y hacemos historia, todos somos historiadores, ya lo decía Bloch.


Sabemos que la lógica y la linealidad no se dan en la vida, que todo puede cambiar en segundos, que  puedes vivir 100 años o 14 y no hay una relación causa –efecto que lo determine. Y pasamos mucho tiempo de nuestra vida “despotricando” absurdamente contra el tiempo: no sé cómo se me fue el tiempo, llego tarde a la clase, este bendito reloj se para (…) (quien escribe puede contar mil anécdotas al respecto, en México con el ahorita se siento súper). Pero a pesar de esto,  las fechas nos clavan, nos focalizan en momentos y esos recuerdos calan hondo, aunque a veces es un dolor "agridulce".

Hoy Mauro estaría cumpliendo 18 años, fecha importante si las hay, puedes manejar, vas a la Universidad, ya eres independiente, si así lo decides. Mauri en realidad fue adulto cuando supo asumir su propia muerte, encararla y morir en paz. Mauri sabía que moría, la Doctora Griselda Ramírez, valientemente, se sentó en el borde de la cama en el Hospital SXXI y le dijo que a partir de ese momento no tendría mejoría, no podría respirar sin ventilador, no podría lograr más movimientos, ya no habría vuelta atras.  Mauri vivió con eso en su cabeza por unos 6 meses más, sin poder comunicarse verbalmente, asumiendo su muerte, abrazándola, esperándola. Creo que cumplió sus 18 años, aunque en la cronología occidental tuviera 14.

A veces los minutos no tienen 60 segundos.

El tiempo no tiene espacio y el amor no tiene tiempo, “puede todo, supera todo no termina nunca”, en esta dimensión sé que Mauri festeja su mayoría de edad y nosotros lo vamos a recordar feliz, sabio, dulce y juguetón.

En la playa Chileno Bay haciendo snorkeling y muy transpirado.

Aydudando a su madre  con la compu.

Sería muy guapo,” está quedando lindo” decía abuelaElsa, parecido a su abuelo Egidio. "Vas a tener hijos buenos mozos, de nariz aguileña"  pronosticó la tía y madrina  Josefina (Chita) cuando conoció al papá de Eduardo y como siempre, tenía razón.

Tendría muy buenas calificaciones y estaría entrando en una Universidad, siempre estudiando algo relacionado con la informática.

¿Sería así?

No lo sé, en realidad nadie lo puede afirmar,  ni negar, así que se sienta la hipótesis.

Los recuerdos vienen y son hermosos, un bonito jardín mexicano, con un restaurante italiano, pocos comensales, una muy buena anfitriona, de familia italiana ella.

Mauri comió, mucho, es decir, casi al nivel de uno de los pecados capitales. Todos comimos y reímos, la dueña cantó en italiano e inglés. Por supuesto que la orquesta le cantó el Happy Birthday, Las mañanitas, el Tanti Auguri y el tradicional Feliz Cumple.Este último a cargo de la entonada familia y Fabri.

Un matrimonio estadounidense bailó un rock y la otra pareja estelar fueron Mauri y su mamá. (La pata dura le dicen)

¡Con el horror de Fabri! Mauri sin nada de “pena” celebró sus 13, feliz, descubriendo un mundo nuevo, lleno de proyectos, esperanzas y expectativas.

La catarata de la vida en el “corto plazo” le mostró su otra faceta, la difícil aunque plena, la que todos vamos a vivir, esto es un hecho.

“Lindo haberlo vivido, para poderlo contar” dijo el poeta.

Hoy celebramos los 18 de Mauri, él baila con nosotros de otra manera, está,  pero no lo vemos.

Pero sabemos que nos acompaña, en otra dimensión, en otro espacio.

Quizás en silencio le cante "Las Mañanitas…"

Quizás en silencio baile un rock….



Mauri junto a su compu, (hoy no la querría tanto), con 13 años, feliz, pensativo y con calor, unos meses antes de su encontronazo con el astrocitoma bulbomedular. El reloj fue su regalo del cumple 13.

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